El tiempo con nuestros bebés pasa más rápido de lo que imaginamos. Un día los tenemos en brazos, diminutos y vulnerables, y al siguiente ya sonríen, gatean o dicen su primera palabra. Todo cambia muy deprisa. Pero hay algo que no cambia: el valor de nuestros recuerdos.
Mi fotografía nace de esa necesidad de detener el tiempo. De capturar lo verdaderamente importante con un estilo natural, minimalista y atemporal. Porque no se trata solo de una sesión de fotos… se trata de crear un recuerdo que conservarás para siempre.

Un estilo que no pasa de moda
Me alejo de lo artificial, de los decorados recargados o los disfraces. Prefiero lo sencillo, lo auténtico. Trabajo con tonos neutros y composiciones suaves que no roban protagonismo al bebé, sino que lo enmarcan con delicadeza.
Este estilo atemporal asegura que, dentro de 10, 20 o 30 años, seguirás viendo esas imágenes con el mismo amor… o incluso más. Porque su valor no se mide hoy, sino en el futuro, cuando mires atrás y veas cuánto ha cambiado todo.
Un regalo para tu yo del futuro
Muchas familias me dicen que estas fotos les han emocionado más con el paso del tiempo. Que verlas años después les devuelve sensaciones que creían olvidadas. Y eso es, para mí, la verdadera magia de este trabajo.
No fotografío solo bebés: capturo vínculos, miradas, pequeños gestos que definen un momento irrepetible en vuestra historia.
Reserva tu sesión
Si estás esperando un bebé, o si tu peque está en sus primeros meses de vida, este es el momento ideal para crear esos recuerdos. Solo realizo un número limitado de sesiones al mes para poder dedicarle a cada familia el tiempo y la atención que merece.
Puedes escribirme aquí mismo para más información o para reservar tu sesión.
Escribeme por WhatsApp
Mi agenda ya está abierta para los próximos meses.





